Patrimonio cofrade

Trono de la Virgen de los Dolores: una soberbia obra de arte

Aunque en un principio se hizo cargo el padre Félix Granda, el hermano mayor Enrique Navarro encargó el diseño definitivo del trono de María Santísima de los Dolores al orfebre sevillano Manuel Seco Velasco y acertó de lleno porque es «una de las grandes obras de la Semana Santa de Andalucía», según Juan Antonio Sánchez López, catedrático de Historia del Arte de la UMA.

El trono de la Virgen de los Dolores por la plaza del Carbón en 2011.

El trono de la Virgen de los Dolores por la plaza del Carbón en 2011. / Arciniega

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El trono de María Santísima de los Dolores, de la Archicofradía de la Expiración, es «indiscutiblemente, una de las grandes obras de la Semana Santa de Andalucía», sentencia el catedrático Juan Antonio Sánchez López

Su realización está ligada a la gran figura del hermano mayor Enrique Navarro Torres, pues como recuerda el profesor, en consonancia con las tesis de la historiadora Pilar Díaz Ocejo, la idea inicial fue confiar el trono de la Virgen al padre Félix Granda, el autor del emblemático trono del Cristo. «Era un diseño espléndido, en consonancia con el del Cristo de la Expiración pero Enrique Navarro se percata de que no funciona con una típica Dolorosa malagueña del XVIII de los Asensio de la Cerda y se replantea las cosas», remarca. 

Por este motivo, encargará tanto el diseño como la ejecución entre 1946-1952 al orfebre sevillano Manuel Seco Velasco (1903-1991). Como hace hincapié, el resultado es «redondo» desde los posibles puntos de vista: «De calidad, diseño, ejecución, riqueza...todo».

Lateral del trono de la Virgen de los Dolores de la Expiración en la pasada Semana Santa.

Lateral del trono de la Virgen de los Dolores de la Expiración en la pasada Semana Santa. / Isabel Cisneros

Seco Velasco se inspiró en la arquitectura y el retablo sevillano del XVII, «sobre todo de la segunda mitad de este siglo y parte del XVIII, conocida como el Barroco Triunfal hispalense». Así, encontramos un diseño clásico en el que juega con una superficie alabeada o combada, con un estrangulamiento entre la parte superior y la inferior «que le da esbeltez». En las esquinas acopla ménsulas con hojarasca y en los cuatro frentes, una capilla en el frontal y dos en cada lateral, de idéntica estructura con frontones curvos partidos y columnas salomónicas. 

De manera particular, «las capillas recuerdan soluciones ideadas por Leonardo de Figueroa en iglesias sevillanas tan carismáticas como San Luis de los Franceses y la Magdalena»

Aplicar los principios de la talla

Pero algo muy interesante, remarca el experto, es que el trono de la Virgen de los Dolores Coronada «demuestra cómo puede hacerse perfectamente un trono de orfebrería aplicando los principios de la talla» con la volumetría propia de los tronos de Málaga. 

«Realmente parece un trono tallado pero en vez de madera dorada y policromada es orfebrería policromada, no siendo lo más habitual en la platería sevillana aplicada a las hermandades, en la que predomina fundamentalmente lo plano con la presencia de paneles ornamentales muy tupidos y de escaso relieve».

Por eso mismo, también destaca que aunque inspirada en el Barroco sevillano, Manuel Seco Velasco también quiso crear una obra entroncada con «la idiosincrasia de la Semana Santa de Málaga, porque no te encuentras en Sevilla un paso de palio con esas características». 

El Cristo de la Expiración y la Virgen de los Dolores, en su casa hermandad en 2012.

El Cristo de la Expiración y la Virgen de los Dolores, en su casa hermandad en 2012. / Arciniega

Orfebrería policromada

Juan Antonio Sánchez López vuelve a hacer referencia a otra característica primordial del diseño de Seco Velasco, pues pese a ser un trono de metal, «juega con el efecto escenográfico del trampantojo a través de la policromía, al introducir estratégicamente una serie de tonalidades que simulan distintos materiales; jugando a la postre con una variado registro cromático que imita tanto la escultura policromada como las superficies doradas de un retablo». Además, también alterna distintas pátinas en brillo y en mate, con lo que el resultado general «es de una plasticidad increíble».

El profesor también incide en un motivo precioso: los ángeles, «que se enfrentan con las ménsulas de hojarasca, de las que nacen los arbotantes, que están policromados». Del mismo modo, los cuatro arbotantes, siguiendo el canon característico de Málaga, son iguales; tanto los arbotantes delanteros como los traseros. 

La iconografía

Con respecto a la iconografía del trono, de la que ya habló con detalle la pasada Semana Santa, en la capilla frontal se encuentra la Virgen del Pilar, Patrona de la Hispanidad y de la Guardia Civil, «reproducida con su habitáculo de la Santa Capilla de la Basílica de Zaragoza», con Santiago rematando la capilla. 

En las capillas laterales aparecen las advocaciones marianas de la Virgen de la Victoria, Patrona de Málaga y la Inmaculada Concepción, que toma como modelo la de Juan Martínez Montañés de la Catedral de Sevilla y en el otro lateral la Virgen del Carmen -referencia a la otra parroquia del Perchel- inspirada en la de Portacoeli de Cádiz y la Virgen de Fátima. Asimismo, aparecen cartelas en plata estofada con los Dolores de la Virgen.